Casting: Kim Ha Na

La noche del 8 de diciembre. Una época fría y el mes navideño que todos siempre esperan que llegue; a futuro todo sería alegría, las familias estarían juntas y gozando de la comida, la bebida y por supuesto, ¡los regalos! Más, este año 2009, sería una memorable, atormentaría a dos personas, pero de los dos uno sólo volvería su corazón en negro porque el compromiso de la pareja sería prevista para el año siguiente al cumplir ella los 20 años redondos. Si el destino aún no la hubiera borrado…

Al parecer una figura irreconocible y encapuchada, se adentraba a la cabaña tradicional. Una simple y agradable, donde dentro podían vivir perfectamente 3 personas o 4 personas como máximo. Se escabulló, teniendo habilidades en abrir puertas y miró todo con desinterés, buscando entre las oscuras paredes a su objetivo. Abrió lentamente la puerta de la habitación en sigilo, allí estaba, durmiendo plácida como un ángel.

Cerró lento, y por fin trancó con una copia exacta de la llave… ¿Cómo?, ¿Quién era aquél individuo?, ¿es hombre; es mujer? Tantas interrogantes, pero su acto de maldad no acaba. Buscó los cables de la casa, cortando algunos con habilidosa paciencia, teniendo guantes para que la corriente no toque sus dedos. Comenzó a hacer pequeños cortes para que la electricidad haga contacto en falso, y revele chispas para provocar un cortocircuito como también un sobrecalentamiento en el que la madera seca ayudaría, un incendio eléctrico dirían más tarde los forenses. Después de ello, desapareció.

Pero al cabo de unos momentos, atisbo de fuego se va revelando, comiéndose los muebles en busca de alimentar su voraz hambre. Llamaron al rojizo y caliente fuego que ahora es abrasador e incontrolable. Una gran fogata y mucho humo que intoxica los pulmones. No hay nadie en casa y el príncipe desconoce la situación para salvar a la damisela. La mala suerte mordió a la joven Kim Ha Na. Rápidamente las paredes fueron afectadas, dejando a la pobre sin ninguna clase de escapatoria, inclusive las ventanas habían sido selladas de antemano. Todo un crimen con un por qué.

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¡Buena suerte!

Había decidido dormir temprano esa noche, se habia colocado su piyama blanca de bluson y un pantalón, se habia lavado los dientes con tranquilidad y caminado hasta la habitación, se acerco a la cama y se recostó en esta. Cayó en brazos de Morfeo casi al instante que habia cerrados sus ojos. Nunca se imagino lo que vendría despues, que esa seria su única noche de vida y que su querido Shin no la podria ver de nuevo.

Su sueño siempre habia sido muy ligero y por el más minimo ruido ella despertaba, algo confusa, si, pero no lo suficiente como para no recordar cosas o el hecho de no ver en aquella obscuridad que la cabaña estaba inversa por que todas las luces estaban apagadas en ese momento. Su respiración tranquila, su cuerpo tapado en totalidad y su mente en el mundo de los sueños, demasiado complaciente y divertido el sueño como para querer salir de el, y demasiado enviagrante para darse cuenta más  haya de este.

Su olfato comenzo a percibir humo y de pronto su sueño se desvaneció por completo dando paso a una pesadilla en vida.

Abrió los ojos con algo de pesadez y al mirar la fina capa de humo saliendo de los muebles y, la fuerte llamarada que se mantenia por toda la habitación ella se asusto al instante al saber lo que pasaba. Se puso de pie totalmente, tratando de dejar de lado sus fuertes latidos, el pánico que tenia y el hecho que sentía que no podria salir de esa, pero no, ella no dejaría de luchar hasta el final. Se acerco rápidamente a la puerta tratando de abrirla lo más rapido que pudo y sin importarle que la chapa de esta se encontrara completamente caliente, no al rojo vivo, pero si le lastimaba al tratar de abrirla. No pudo, la chapa daba vuelta, pero al puerta estaba atascada, el pánico cada vez se hacia más evidente en su mirada.

Si la puerta no cedía, tenia que salir por alguna de las ventanas de la habitación, habia tres.

Se acerco a una de las ventanas y la única por cual podria tratar de salir, ya que las otras estaban totalmente inversas en las llamas al igual que la mayoría de los muebles y la cama. El humo no la dejaba respirar y ella cada vez tocia con más fuerza. Tomo la parte baja de al ventana y jalo hacia arriba tratado de abrirla... pero no fue posible. Sus ojos se llenaron de lagrimas por el humo y el dolor de estar a punto de morir si no salia. No habría boda, no habría un final feliz para ella.

Comenzó a golpear al ventana con fuerza, dañando sus manos, llorando por algo que no podria conseguir. El humo poco a poco la fue sofocando y las llamas la alcanzaron poco despues de eso.

Su vida se habia resbalado de sus manos sin siquiera poder hacer algo para poder tenerla y por primera vez un error se convirtió permanente para ella, no habia una segunda oportunidad esa vez.