Una nueva vida [Aisha Vasiliev]

No podía parar de reír imaginando cada locura que decía mi secretaria, mano derecha junto con un motón de títulos más en la empresa pero sobretodo mi mejor amiga,  mientras tenía el teléfono cerca de mi oído – relájate las revistas exageran, del artículo que leíste simplemente cree la primera palabra el resto es la bella magia de la exageración  -  comente entre risas mientras caminaba por esas calles  completamente familiares – simplemente salí a comprar una hamburguesa – comente serena sonriéndole a un apuesto caballero y casi inmediatamente recibí un regaño por el otro lado de la línea realmente ella me trataba como si tuviera dieciséis – deja de preocuparte por mí , mejor encárgate de darme una idea principal para la siguiente colección, quiero algo diferentes que combine con este clima y sobretodo que deje nuevamente en claro que no solo soy la reina de Rusia – comente con una sonrisa orgullosa que se dibujaba en mi rostro.

Al entrar al hotel lo hice como si se tratara de una pasarela , no era algo planeado simplemente se daba por sí mismo después de todo qué clase de loca planea a cada detalle su vida ,Intercambie unas cuantas palabras con la recepcionista, y con algunos huéspedes hasta me tome la foto con una fan que por casualidad había terminado en mí mismo hotel , adoraba compartir un momento agradable con las personas que estaban dispuestas hacerlo , así que luego de un intercambio de sonrisas y comentarios me despedí alegremente mientras caminaba rumbo al elevado aunque la sonrisa se borró al ver que la puerta estaba a punto de cerrarse y no tenía ganas de esperar el ascensor así que empecé a correr con la elegancia que me caracterizaba al llegar coloque mi mano en medio de las puertas de aluminio logrando que se habrán automáticamente , sonreí victoriosa al ganarle al ascensor – Hello – dije serena mientras entraba quitándome los lentes de sol que solía usar para ocultar amenos un poco mi identidad – Bienvenida al Black Rose – comente animada mientras acomodaba un poco mi corta cabellera, la recepcionista me había comentado de la nueva huésped que destacaba por su vestimenta si la comparabas con el resto de niñas lindas que hace poco habían salido de compras – linda blusa – comente sonriendo mientras sacaba mi teléfono y revisaba algunos mensajes , este lugar para mí era como un segundo hogar, cuando me aburría de mi casa venía a pasar el tiempo aquí siempre recibía la misma habitación que hasta había movido mis hilos para tenerla decorada de una manera un poco más personalizada.

Mire mi acompañante, era un niña con un toque rudeza lo cual me causaba cierta gracia pero también me agradaba aquel estilo, en el hotel había visto desfilar un motón de diferentes atuendos acompañados de actitudes que me habían inspirado en mi trabajo y quizás esta vez no sería la excepción.

Adelle, creo que una idea está volando por mi cabeza…la inspiración la puedes encontrar hasta en el ascensor.

Le envié el mensaje y sonreí de aquella manera que solo yo sabía hacerlo cuando una idea loca rondaba por mi mente.

Sonreí al escuchar su alago – gracias – dije animada viendo enternecida aquella mueca, era un mal habito mío , veía a todo aquel que era menor que yo completamente adorable sin importar que sea hombre o mujer – eres tierna – comente mirándola divertida pero mi tono no mostraba burla en lo más mínimo, me sobresalte un poco por el ruido que hizo el ascensor , no era normal que hiciera eso lo cual me hizo pensar que quizás se quede inmóvil por un tiempo y esa idea no era realmente agradable , había escuchado varios casos de los diferentes huéspedes que se quedaban encerrados en el ascensor y luego salía traumatizados por aquellos espíritus que rondaban por el hotel, aun no sabía a ciencia cierta de cuanta verdad poseía dicha historia pero era curiosa de naturaleza y por eso cuando estaba aburrida me dedicaba a recorrer el hotel en espera de que un dichoso fantasma se apareciera frente a mí , pero al parecer ni uno está enterado de que me hospedó aquí o quizás paso tanto tiempo en este lugar que piensan que soy un fantasma, sonreí divertida cuando quería podía estar algo loca.

Las palabras de la chica me tomaron de sorpresa y la mire  entre confundida y divertida, aunque luego  di un aplauso mientras sonreía – ¡Quizás eres una de ellas! – dije con cierta emoción en mi rostro lo siguiente puede ser un estupidez pero vale la pena intentarlo y lo peor que podía pasar era que una niña se burlara de mi lo cual realmente no era malo.

Me coloque tras ella - ¿lo ves? – Indique el lugar donde antes me encontraba - ¿Cómo es?..... Pregúntale si hay un tesoro oculto en el hotel – por lo último que dije no pude evitar soltar una leve risa aunque no me vendría mal una búsqueda del tesoro.

No existían miedos en mi interior, solo traumas; desde pequeña lo único que me había interesado era ser más fuerte para mí misma, para cuidarme y evitar los riesgos que me provocaba ser la hija de un hombre tan importante de la política, aunque desde pequeña siempre había estado protegida pues mi padre contrato un guardaespaldas después de la desafortunada muerte de mi madre. Me incomode un poco al escuchar que la rubia me llamaba tierna, ¿estaba ciega? Me había llamado muchas cosas en mi vida pero jamás había oído a alguien ponerme ese adjetivo. >>Tal vez esta drogada<< me sobresalte un poco al recordar las drogas, en la prisión era fácil conseguirlas y las peleas entre reclusas era una actividad. Agite la cabeza en forma de negación, recordar las drogas era una de las cosas que no debía hacer. No existía mundo más cerca del infierno o de la muerte que el mundo de las drogas, maldije un poco para mis adentros.

Me reí un poco con la broma que había tirado la linda lunática y sus actos era tan similares a los de una niña pequeña –oh si lo veo- decidí seguirle el bobo juego –dice que lo ofendes, es un fantasma no un duende- solté una pequeña risita de chica americana, pero un sonido fuerte y amenazador interrumpió nuestra diversión. Cerré la boca enseguida, el elevador estaba haciendo más ruido como si de repente el peso de la chica y yo fuera más grande; las luces de este comenzaron a parpadear como si de pronto algo estuviera fallando, la maquina mecánica subía con dificultad y un miedo me invadió al pensar que bien podríamos caer –que mierda- exclame mientras me fijaba en el marcador de piso “0” ¿en qué momentos habíamos bajado?, pero si aún nos movíamos y juraba que estábamos ascendiendo y no descendiendo. >>un fallo<< eso era la única explicación que podía encontrar. Regrese mi mirada hacia la rubia y con una media sonría comente –a los fantasmas no les gustan las bromas- ¿y si era esto la broma de un fantasma? Pues bueno estos seres sí que eran vengativos y muy rencorosos >>si es que existen<< pues bien, yo creía en muchas cosas y tenía una religión solida pero mis creencias jamás me habían obligado a pensar en seres del otro mundo.

Claramente en ese momento no sabía que me enamoraría de uno.

Reí con ella por su contestación, realmente era un momento agradable aunque estaba segura que pronto me bajaría e  iría a mi habitación me cambiaria y saldría a la reunión, aunque todo eso fue interrumpido por el ruido infernal del elevador sin mencionar esa sacudida que logro que perdiera algo el equilibrio buscando agarrarme en una parte firme del elevador para no caer – maldición – dije mirando a mi acompañante - ¿estás bien? – pregunte preocupada analizándola por un momento pero a simple vista estaba en un perfecto estado, estaba tan bien que hasta hablo, al oírla sonreí aliviada y me acerqué a la puerta primeramente para asegurarme en que piso habíamos terminado – linda forma de llegar tarde – pensé mientras por mi mente pasaba el típico regaño de mi amiga aunque era más probable que estuviera preocupada porque soy una persona muy puntual, di unos cuantos pasos más y coloqué amabas manos en mi cintura – este fantasma debe agradecer que tengo un buen sentido del humor – comente sonriendo mientras daba un pequeño golpe a la puerta – había escuchado de estos accidentes antes, en este momento debería aparecer un gran fantasma y traumatizarnos o quizás entre en el cuerpo de una de nosotras – me di la vuelta para mirarla a los ojos  y le sonreí dulcemente – pero tranquila si algo pasa te protegeré, después de todo soy la mayor y no le tengo miedo aquellos seres –  dije con suma tranquilidad mientras me sentaba en el suelo para estar más cómoda aunque un escalofrió recorrió inmediatamente  mi espalda  – no me puedo mover,,,– susurre –aferrando mis manos fuertemente a mis piernas - ¿Quién eres tú? –  una de mis manos se colocó en mi cabello rubio, mis ojos azules estaban un poco apagados y mi vista se fijaba en la nada mientras mi cuerpo se relajaba por completo.

Sonreí – claro que lo arreglaran pronto, en este momento deben estar solucionando  los detalles , aunque enserio quería unirme al grupo de huéspedes que se han llevado el susto de sus vidas en este elevador – comente estirando mis piernas- tranquila solo fue un calambre con algo de drama  – comente divertida al notar que se puso un poco nerviosa por mi reacción de hace unos minutos, moví un poco mis pies asegurándome de estar completamente bien mientras escuchaba su presentación – Aisha Vasiliev, un gusto conocerte Amanda – comente sonriendo  - ¿Qué trae a una chica americana a Ámsterdam aparte de la fiestas? – le pregunte serena sin levantarme del suelo enserio tenia flojera hacerlo y el arreglo tardaría de seguro unos minutos más y no tenía ganas de esperar parada sin mencionar que me aburría muy fácilmente así que mi mejor opción era entrenarme con una charla, siempre había sido muy extrovertida e infantil la mayoría del tiempo no me preocupaba mucho, la vida es muy corta para pasarla estresada y más cuando no hay motivo para estarlo aunque eso no significaba que era una loca que iba corriendo de un lado al otro sin hacer nada, existían ciertas cosas que lograban que me concentre al máximo y ponga mi madurez en el “campo de batalla” dejando suavemente de lado mi naturaleza juguetona pero estar atrapada en un ascensor no era una de esas excepciones así que simplemente era una bella mujer con el comportamiento en varios aspectos de una niña y por el momento tenía cierta curiosidad en mi acompañante, saque una caja de chocolates de mi bolso – ven siéntate y charlemos un rato, así el tiempo pasara volando y llegaremos a nuestro destinó – comente sonriendo mientras le ofrecía un puesto a mi lado junto con los chocolates  que coloque en medio de los lugares que había destinado para sentarnos, la caja era en forma de corazón y el contenido era casi igual de romántico aquellos chocolates se sumaban a la  lista de obsequios que recibía de mis admiradores  -  espero que te gusten – le dije serena ero sin alejar ese tono amistoso que me caracterizaba mientras tomaba uno de los chocolate y lo llevaba a mi boca saboreando su dulce sabor .  

Mordí otro poco del chocolate mientras la escuchaba – abecés es mejor no saber el motivo por el cual estás en un lugar porque luego sin darte cuenta se presentara la verdadera razón  – comente serena, yo jamás supe qué hacía en aquella vieja casa cuando era niña pero mi verdadero objetivo se revelo en algunos años y una parte de mi agradece haber tenido que pasar por ese momento tan oscuro de mi vida porque logre que aquel hombre pagara por todo y no pudiera hacer más daño.

Sonreí al escucharla mientras afirmaba levemente con la cabeza, los chocolates estaban deliciosos, al escuchar sobre mi supuesto novio me reí suavemente y la mire divertida – solo tengo admiradores dispuestos a cumplir mis caprichos, hasta ahora no aparecido el hombre que este a mi altura – comente con una sonrisa tan característica mía con aquel toque de superioridad  – al final de cuentas una mujer no necesita de un hombre, a menos yo se me valer por mí misma – dije animada  levantado el chocolate fijando mi mirada en el corazón que era la última parte que quedaba y me lo lleve a  los labios para comérmelo, tenía cierto fastidio a los hombres pero sabía apreciar una bella sonrisa aunque disfrutaba burlarme de ellos y utilizarlos a mi beneficios , reírme de su corazón lanzarlos por la ventana cuando me aburrían y dejarles en claro que la única que mandaba era yo, en honor a cada uno de eso mujeriegos que ni ellos mismo se quieren.

Una sonrisa de lado se formo en mis labios mientras escuchaba los intento de reconocerme lo cual me arrebato otra leve risita – eres una pequeña despistada – le dije divertida mientras veía aquel dedo acusador – soy una diseñadora y empresaria muy conocida sin mencionar que una gran actriz tengo un imperio y la mayoría de veces estoy envuelta en los “escándalos” que dan de comer a los paparazi – lo último lo dije divertida – estas frente a la mujer de las mil caras – dije en tono solemne aunque luego me puse a reír por unos segundos y clave mi mirada en ella – aunque tú tampoco eres una persona corriente aunque si viniste hasta aquí es para iniciar un nuevo capítulo así que no preguntare de tu pasado sino más bien de tú futuro – era un mujer observadora entendía mucho con poco, nada se me pasaba por alto debería dejar mi vida de empresaria y volverme una agente - ¿ qué vas hacer en Ámsterdam? ¿Cuál es tu sueño? – pregunte directamente mientras la miraba con una pizca de curiosidad en mis ojos.