Maybe once. {Park Hyun Jin}

Darcy había estado en la terraza todo el día, invisible, escuchando conversaciones y observando a los húespedes. A esos ciegos, tan ciegos que ignoraban el valor de aún tener un significado en el mundo, de estar vivo, y desperdiciaban su suerte embriagándose y haciendo estupideces. La enfurecía pensar que ella merecía estar ahí, entre ellos, pero ahora era un fantasma más, invisible, incapaz de hacer algo más que psicofonías o cosas por el estilo para hacerse notar entre los vivos, y gastar sus días así, días que se convertían en semanas, meses, años, décadas... Todo desperdiciado.  Hoy en particular no parecía que hubiese algún supersticioso que creyera las viejas leyendas del Black Rose. Sus constantes intentos por contactar a un huésped habían sido en vano, algo que la había hecho molestarse más que lo usual e intentar con más persistencia. Así se entretuvo toda la tarde hasta que finalmente llegó la noche, y la terraza comenzó a vaciarse lentamente. Llegó un momento en el que no había nadie en la terraza más que Darcy, quien se había sentado en la orilla para admirar el paisaje nocturno.

La vista era hermosa. Algunos detalles cambiaban con el paso de los años, por lo que no era del todo monótona, y, en sí, era lo más cerca que Darcy podía estar a "salir del hotel", por un tiempo. Se sentía libre... no, no libre. Menos encerrada, ésa sería una mejor manera de describirlo. No quería arruinar ese sentimiento, así que evitaba venir a las terrazas con demasiada frecuencia, limitándose a visitarlas cuando sus pensamientos la molestaran demasiado y necesitara algo diferente a lo usual para silenciarlos. Con el tiempo el toque "especial" se había ido perdiendo, Darcy se había dado cuenta, puesto que a pesar de estar todo el día en el lugar, seguía sintiéndose prácticamente igual que antes de llegar. Suspiró decepcionada, y poco después oyó un ruido detrás de ella; alguien se aproximaba.

Se decidió a ignorarle y seguir admirando el paisaje, aunque no parecía surtir ningún efecto. Seguía harta del hotel y la monotonía de su existencia y, en general, harta de todo. Algo tenía que cambiar, y sabía que lo único que la contentaría sería estar viva de nuevo, aunque claro, eso no era posible porque... No, tal vez sí es posible, interrumpió una vocecilla en su cabeza, antes de recordarle sobre su "poder"; unos meses después de su muerte, Darcy se había dado cuenta de que tenía la capacidad de "aparecer", de verse como se veía antes del incendio. Había practicado su habilidad una y otra vez hasta dominarla, aunque nunca había tenido una verdadera conversación con un vivo que superara un "buen día", una charla sobre el clima, u otras cosas poco significativas. No lo lograba, Darcy jamás había sido de muchas palabras, y era pésima para encontrar un buen tema de conversación, algo que parecía no querer dejarla incluso después de tanto tiempo.

Sin embargo, tal vez... Tal vez eso podía cambiar hoy. Decidió que ese día aparecería y haría lo posible por tener una conversación decente. Dirigió una pequeña mirada hacia atrás, al extraño que se acercaba, mientras pensaba una manera de aparentar ser una huésped más del hotel. No voy a aparecer así como así, pensó. Materializarse de la nada arruinaría el plan de parecer huésped normal, así que fue hacia una fuente, aún invisible se ocultó detrás de ella y finalmente usó su habilidad para parecer una humana. Con una pequeña sonrisa victoriosa en su rostro, salió de detrás de la fuente, rápidamente, fingiendo que apenas se había dado cuenta de que no estaba sola en la terraza. Saludó al extraño con un leve asentimiento
--Hola--dijo, expectante. Necesitaba una respuesta, algo que le confirmaba que había sido vista, aunque sabía que así había sido. ¿Y si soné demasiado informal? Ah...--Buenas noches--añadió. La cordialidad jamás había sido lo suyo.

Cansado….si esa palabra definía completamente mi estado en este momento, este día había sido agotador de reunión ha reunión, firmar papeleo tras papeleo, ver  a un motón de gente que me trata como si fuera el rey del universo lo cual me incomoda pero después de todo yo soy Park Hyun Jin el joven, apuesto y millonario empresario que podía hacer lo que se le viniera en gana y coqueteaba un poco  sin perder la compostura un hombre perfecto a los ojos de muchos, era realmente agotador mantener esa fachada aunque llevaba años haciéndolo pero aun así aquel sabor amargo no desaparecía por completo de mi boca, pero jamás se mostraba lo que realmente sentía por fuera realmente podía llegar a ser otra persona lo cual era mi objetivo y en cierto sentido me hacía sentir bien saber que mi trabajo amenos lo realizaba a la perfección, me subí al auto, el resto del recorrido al hotel lo pase con los ojos cerrados y los audífonos en mis oídos era mi manera de desconectarme del mundo.

Entre al hotel caminando de manera segura y elegante algunas miradas se centraron en mí y las recibí normalmente aunque por dentro quería no ser el centro de atención de esas personas, me pondré muy feliz cuando mi departamento esté listo pero hoy no puedo esperar más necesitó un respiro de Park Hyun Jin y ser por un momento Dylan, sacudí mi cabeza y mande a volar esa idea rápidamente debía concentrarme no tenía la opción de fallar.

Tras deambular por el pasillo mientras pensaba en los diferentes documentos con los nombres de mis objetivos concentrándome completamente en ellos mientras mis pies me llevaban a cualquier lugar aunque por fuera parecía que sabía exactamente a donde iba, era un genio de la mentira.

Un suave viento rozo mi rostro y me saco de mis pensamiento junto con una voz femenina , me di la vuelta y me encontré con una dicha que me saludo por segunda vez , inmediatamente hice una leve reverencia al estilo coreano – Buenas noches señorita, lamento no haber contestado antes – me levante algo ruborizado por haber sido atrapado en unos de esos  momentos donde mi mente abandona mi cuerpo – estaba algo distraído , enserio lamento mi descortesía – estaba nervioso hoy no había sido un buen día estaba agotado mentalmente , coloqué las manos en mi bolsillos mirando hacia otro lado – también pido disculpas por interrumpir su tranquilidad, si desea me marcho – volví a mirar a la joven y la vi tan sola en este lugar como si todo el mundo se hubiera olvidado de su existencia - ¿las personas pueden llegar a olvidar a otras?- me pregunte en mis pensamientos , por mi trabajo sabía bien la respuesta pero yo no me consideraba capaz de olvidar a nadie que haya pasado por mi vida , pero aun así ella se veía tan sola y hasta me atrevo a decir indefensa – aunque prefiero hacerle compañía, es de noche no sería amable de mi parte dejarla sola – comente sonriendo un poco extrañamente sentía seguridad de actuar más normalmente y relajado una parte de mi me decía que ella no correría a gritarle al mundo que me vio en una faceta diferentes, sé que no debo confiar en nadie pero quien no se arriesga jamás gana y esta vez estaba tan agotado que deseaba hablar con alguien sin actuar igual que siempre – es una noche hermosa ¿verdad? – comente con una sutil sonrisa mientras miraba el cielo por unos segundos y luego fije mi mirada en la joven - ¿puedo saber que la trae a la terraza del hotel en una noche tan fría? – pregunto en un tono sereno buscaba una leve charla pero tampoco quería incomodarla así que también mantuve mi distancia, esperando la respuesta de la señorita que por el momento era mi acompañante en este lugar.

Tras saludar al joven, Darcy lo observó detenidamente, tratando de absorber cada detalle, aunque aún así tratando de no verse muy exagerada. Lo primero que saltó a la vista es que muy probablemente venía de un país asiático, o era de asendencia asiática, por sus rasgos era fácil notarlo. Era apuesto y, por su aspecto, seguramente era adinerado. A Darcy no le extrañaba esto último; el hotel siempre había tenido mucho prestigio, y la gran mayoría de sus huéspedes tenían una buena posición económica. Siguió observando, pero la respuesta del joven la interrumpió. Fue muy cordial, disculpándose por haber tardado en responder, cosa que Darcy agradeció sen su mente pues eso elevaba las expectativas de tener una conversación decente. Y, además, se ordenó a sí misma ser igual de amable; tenía por seguro que nadie querría conversar con su "yo" usual, la chica altanera y grosera que había sido desde que tenía memoria. Así que dibujó una pequeña sonrisa en su rostro, con más facilidad de la esperada, y respondió:

--No hay problema. No está interrumpiendo, en absoluto--hablar formalmente le era un poco extraño, sinceramente no estaba acostumbrada, pero no le fue demasiado complicado. El joven se ofreció a irse, y cuando Darcy estuvo por negarse, él dijo que prefería quedarse--Gracias, la verdad es que me siento un poco sola, y me gustaría un poco de compañía. Si no le molesta quedarse, claro--añadió, tratando de sonar amable.

Asintió lentamente, la noche le parecía hermosa, este lugar era su favorito en el hotel, especialmente al anochecer--Me gusta mucho la vista desde aquí. Ámsterdam es un lugar hermoso--comentó. Él preguntó qué la traía a la terraza. Una parte de ella quiso mentir, inventar alguna historia común, fingir ser cualquier chica viva, para evitar la posibilidad de tener que confesar que no lo era. Pero se percató de que la pregunta no arriesgaba mucho, no por ahora. Así que fue sincera, tanto como pudo, evitando los detalles que pudieran parecer fuera de lo común;--Quería alejarme un poco de... todo. No sé, es un poco difícil de explicar...--meditó unos momentos--Todo a mi alrededor, con el tiempo, empieza a parecerme monótono.--el "empieza" no fue del todo exacto, claro, esto llevaba ya varios años--Estoy... estancada, sí ésa es la palabra. Es algo complicado. Y no puedo cambiar nada, estoy estancada, invisible, y por más que quiero no puedo hacer nada, no creo poder siquiera intentar...--hablaba cada vez más rápido, mirando hacia el horizonte y su tono de voz se elevaba levemente por momentos mientras trataba de describir su situación, y aunque hablaba con el joven parecía estar más centrada en hablar para sí misma.--Es muy frustrante. Y así es siempre, como un ciclo. Y llega un momento en el que simplemente quiero olvidarme de todo eso, y aunque sé que siempre va a estar presente, siguiéndome, trato de huír aunque sea por un momento, y vengo aquí.--Terminó de hablar, y sintió como si la liberaran de una carga, o una parte de ella, al menos. Finalmente había encontrado la oportunidad de desahogarse, sin embargo, algo le sugirió que tal vez su acompañante no esperaba una descripción un tanto ambigua de su gran problema existencial. Apenada, volteó a ver al joven, tratando de leer su reacción--Lo siento, creo que tal vez me explayé un poco. Bueno, mucho--rió tímidamente, y se ruborizó. Se sintió extraña; hace años que no se ruborizaba. El calor en sus mejillas, lejos de incómodo, le fue incluso algo agradable, sin embargo, no reparó mucho en ello pues quería cambiar de tema lo más rápido posible.

--¿Qué lo trae a usted a la terraza?--preguntó. Le pareció adecuado, y la forma perfecta de olvidarse de su pequeño monólogo. Nunca había hablado tanto con alguien que acababa de conocer... Se dio cuenta de que ni siquiera sabía su nombre, así que decidió presentarse, dejar de ser extraños quizá la haría avergonzarse un poco menos.--Mi nombre es Darcy--murmuró, sonriendo un poco, esperando que él se presentara también.

Sonreí al escucharla me sentía feliz de que mi presencia no le incomodara sino más bien fuera todo lo contrario, escuché atentamente cada una de sus palabras mientras la miraba para dar a entender que le prestaba total atención, aunque al escuchar todo lo que decía sobre el motivo por el cual había llegado a la terraza no pude evitar sentir sienta melancolía dentro de mí a causa de su voz y expresión, en toda mi vida siempre había sido una persona extremadamente introvertida que la mayoría de veces parecía un fantasma gracias a mi timidez y en esos años había aprendido a ver más allá de lo que simplemente  se ve a primera vista, podía distinguir una sonrisa falsa, unas lágrimas trucadas y un tono de voz tan triste y lejano como el de ella en este momento, pude notar que su situación era más complicada de lo que realmente estaba expresando en ese momento pero simplemente guarde silencio sin dejar de mirarla no quería ser tan tonto para entrar en un terreno que quizás se muy doloroso para ella, jamás me perdonaría si por decir una palabra fuera de su lugar terminaría lastimándola, prefería simplemente observar y callar.

Coloque mis manos en los bolsillos mientras terminaba de hablar y le sonreí suavemente cuando al escuché disculparse y pase la mirada al cielo unos segundos y clave mis ojos en los de ella notando aquel tierno sonrojo en sus mejillas -Tan sólo una vez, con eso basta, no mires atrás, no llores por el pasado, pues ya se ha ido, ni te preocupes por el futuro, pues aún no ha llegado, vive el presente y hazlo tan bello que merezca ser recordado -  aquellas palabras había salido casi solas de mi boca por más que intente mantenerme callado pero había estado tanto años en el papel de Jin que su extroversión y seguridad se me habían pegado hasta cuando era simplemente aquel joven tímido, aburrido y torpe pero enserio deseaba decirle algo tras todo lo que había dicho aunque estaba consiente que sus conversación había sido más para ella que para mí pero no podía simplemente pasar por alto todas esas palabras -  un gusto conocerla señorita Darcy, mi nombre es Park Hyun Jin..puede decirme como prefiera  -  volví hacer una leve reverencia – vine a la terraza para despejar mi mente, olvidar un poco el cansancio y disfrutar del hermoso cielo estrellado abecés es muy bueno dejar de lado el trabajo y concretarse en estos detalles hermosos que nos ofrece el mundo, aunque jamás imagine encontrarme con un linda señorita con la cual pueda mantener una charla así de agradable, pensé que el lugar estaría vacío por el clima– sonreí suavemente aunque por dentro estaba más rojo que un tomate, ok acepto que la primera frase si la quería decir junto con la explicación de mi llegada a la terraza pero el resto no lo quería mencionar, pero paso tanto tiempo actuando en el papel de joven seguro y seductor que ciertos comentarios se suelen escapar – mianheio – susurre en coreano mientras llevaba una mano a mi cara aunque luego abrí un poco mis dedos para dejar ver uno de mis ojos – siento si la incomode con mi comentario anterior señorita – el tímido Dylan estaba presente en la terraza , realmente no había dicho nada malo para el mundo simplemente fue un alago pero para mí era muy vergonzoso después de todo de ella solo sabía el nombre y mi naturaleza tímida me solía poner en estas condiciones cuando llevo tanto estrés donde mi trabajo se mescla con mi verdadero yo, aunque me puedo sentir orgulloso porque situaciones así solo me  han pasado con esta dos veces así que soy un buen hombre en mi trabajo pero debo mejorar como me repite mi padre “debes ser perfecto en todos los aspectos requeridos” más que un consejo sabía bien que era un orden – siento actuar algo raro pero es que he tenido un día algo pesado mi cabeza esta por las nueves – comente algo sonrojado mientras bajaba la mirada , sacudiendo suavemente mi cabeza permitiéndome estar más relajado en una fracción de segundos para levantar la mirada y encarar a mi bella acompañante – pero aun así me alegra poder servirle de compañía – comente con una suave sonrisa mientras apoyaba mi cuerpo en una de las paredes, también podía haber caminado para poder sentarme a su lado pero prefería guardar la distancia no quería incomodarla.

Empecé a observarla de manera discreta era un maestro en eso así que no me preocupe , lo que más me llamo la atención de ella fueron sus ojos aquel color era realmente magnifico pero en ellos podía notar que aunque estaba frente a mi pareciera que realmente se encontraba muy distante algo en ella reflejaba misterio al estilo leyenda, luego estaba su cabello rubio y piel blanca sin llegar a ser pálida – europea sin duda – pensé terminando el corto análisis acostumbrado, aunque una observación más detallada le daba un aire poético a su ser, veía en ella esa sensibilidad especial que tenían los amantes de la literatura, al conocer tantas personas como lo había hecho yo podía llegar hasta adivinar sus gustos pero siempre existían las excepciones pero jamás se perdía intentándolo después de todo no quería tocar el tema del lugar o tiempo parecía algo sensible respecto a ellos -  tiene mirada de poeta..- susurre para mi dudaba mucho que me halla escuchado – ¿Qué le gusta hacer aparte de subir a la terraza a relajarse? – pregunte con un tono de voz amigable y amable sin llegar a ser el típico chico confiado y coqueto más bien le estaba mostrando una faceta que no había sido creada, como lo dije antes ella me inspiraba cierto tipo de confianza.